viernes, 30 de octubre de 2009

Digestio aparatua 1

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martes, 13 de octubre de 2009

El hombre avaro

Había una vez un hombre tan ávaro que un día jugando al ajedrez perdió su dinero y fue a robar alhajas. Robó muchas alhajas y la policía le pilló robar muchas alhajas y fue al carcel y la policía pensó que solo había robado una alhaja y oyó como la policía le dejaron libre. El ávaro fue a casa y alejó ahora en la cocina y un elefante le absorbió la alhaja.

El ágil chiquillo

Érase una vez un ágil chiquillo que iba a entrenar todos los días a correr, a hacer karate y hasta al ajedrez. Tenía un elefante de un circo que le hacía caso en todo. Pero un día vino un hombre que era ávaro y todos lo odiaban. Hasta que un día se enfadó tanto que fue a la joyería más cara del pueblo. Por la noche el niño fue con su elefante a pasear y vio al ávaro robando una alhaja. Entonces el elefante vio un río y absorbió casi todo el agua. Entonces se lo tiró al ávaro y el soltó las joyas. En cuanto vino el poli se lo llevó a la cárcel, así acaba esta historia.



El ajedrecista avaro

Había una vez un hombre tan ávaro que un día jugando al ajedrez absorbió unos cuantos Red Bull y salió corriendo del sitio donde jugaba. Ágilmente saltó la valla principal y se fue a una tienda muy rica que tenía muchas alhajas. Tiró una piedra y cuando el de la tienda miró para atrás el ávaro cogió la alhaja. Le vio el de la tienda y le tiró un tiro con la carabina que tenía al lado.

El astuto ávaro y el elefante

Un ávaro robó una alhaja en Londres. La gente que estaba jugando al ajedrez se dio cuenta. Entonces soltaron el elefante. El ávaro corrió ágilmente para que no le pillara. El elefante se cansó y no podía más. Entonces cogió un atajo. El ávaro todavía no había pasado por allí. Entonces el elefante extendió la trompa y cuando pasó el ávaro absorbió la alhaja y todo el mundo se puso muy contento.

El elefante egoísta

Érase una vez un elefante que absorbía las alhajas para robarlas. Era tan ágil corriendo que nadie le pillaba era tan ávaro y egoísta que no dejaba nada a nadie y por eso sus amigos le hicieron lo mismo. Entonces el elefante se fue a jugar al ajedrez y nadie quería jugar con él. Entonces se dio cuenta de lo que hizo, entonces devolvió todo lo que robó y no fue tan egoísta y ávaro.

El ajedrecista ávaro

Érase una vez un ajedrecista que vivió en un pueblo rico. Robó a su madre una alhaja cada día para venderla y comprarse una coca cola, siempre tienen que pagarle. Eso si, en el ajedrez era muy ágil.

viernes, 9 de octubre de 2009

El niño ajedrecista

Había una vez un niño muy ágil jugando al ajedrez, era muy ávaro y tenía una madre que robaba alhajas. Tenía un elefante que absorbía el agua. El hijo ganó muchos premios y un millón de euros. Como era muy ávaro no soltaba el dinero y la madre dejó de robar alhajas. La madre le pidió dinero pero el hijo no le dio dinero. La madre se quedó sin alhajas y sin dinero.

La ajedrecista y su familia.

Había una vez señora que era única que sabía jugar al ajedrez. Estaba casada con un señor que era muy ágil . Tanbién tenía un elefante que le absorbía todo lo que tenía en casa y por eso las alhajas las tenía escondidas . Su hemano era muy ávaro y así eran muy felices.

EL ÁVARO POBRE AHOGADO.

Había una vez un senor muy ágil que ganaba dinero jugando al ajedrez, casi siempre perdía pero no se rendía. Encontró una joya y la apostó. Perdió toda su fortuna y se hizo muy ávaro. Y pensó ir a la playa a olvidarse de todo lo que había perdido. Se metió al agua y un remolino le absorbió.

El famoso señor

Un día una persona tenía mucho dinero, pero un señor ávaro le quitó todo lo que tenía. Aquel señor tenía mucha fama en el ajedrez, era muy ágil y tenia muchas alhajas. Era muy rápido y todas las bebidas las absorbía en cuatro segundos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El Ávaro Ajedrecista

Había una vez un hombre tan ávaro que un día jugando al ajedrez apostó todas sus alhajas. Después absorbió la Coca-Cola y movió su ficha. Tras un largo rato ganó y se pusó contento y ágil.