martes, 13 de octubre de 2009
El ajedrecista avaro
Había una vez un hombre tan ávaro que un día jugando al ajedrez absorbió unos cuantos Red Bull y salió corriendo del sitio donde jugaba. Ágilmente saltó la valla principal y se fue a una tienda muy rica que tenía muchas alhajas. Tiró una piedra y cuando el de la tienda miró para atrás el ávaro cogió la alhaja. Le vio el de la tienda y le tiró un tiro con la carabina que tenía al lado.
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